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Huespedes del palomar / Plagas como vector de entrada de enfermedades

Domingo 4 de octubre de 2009, por Miguel Invernon


Huéspedes del palomar
Plagas como vector de entrada de enfermedades.


Félix Martín Vilches – Articulista.
David Merino Cabria – Est. de veterinaria.
Carlos Padín Cores – Biólogo.

Cuando construimos nuestro palomar, lo hacemos ilusionados para albergar en el nuestra futura colonia de palomas mensajeras, pero hay una legión de impacientes okupas que sin ser invitados no dudarán en tomar posesión del mismo incluso antes que nuestras palomas, a sabiendas de que allí encontrarán cobijo, seguridad, alimento y un perfecto hábitat para reproducirse. Que esta invasión se dé, depende mucho de nosotros, y del palomar que estemos construyendo. Puesto que tenemos que prever este inevitable asalto al palomar, hay que construirlo de forma que no les sea fácil vivir y menos reproducirse en él. Sin duda hay una construcción óptima contra la mayoría de estas invasiones y son los hórreos, construcción típica de la cornisa cantábrica y el NO. peninsular, ideada expresamente para poner a buen recaudo alimentos. Algunos colombófilos han transformado estas edificaciones en palomares y cuando menos en principio se libran de los roedores, y digo en principio porque pueden entrar por el techo descolgándose por un árbol o entrar en el palomar metido en una caja o saco. Los perjuicios que estos visitantes nos puedan ocasionar son de diversa índole, aunque el problema sanitario es el mas grave. Eso no resta importancia a los elevados perjuicios económicos que acarrea su estancia en el palomar, ya que no es solo el alimento que ingieren, sino el que contaminan y estropean. También pueden causar graves problemas en las dependencias como roer instalaciones eléctricas o tuberías. Del mismo modo sino andamos listos nos pueden hacer trocitos muy pequeños nuestros archivos o libros que encuentren dentro del palomar.

Sea cual sea la plaga, el uso de insecticidas, pesticidas o cualquier clase de venenos puede poner en peligro la salud de las palomas debido a su toxicidad. Siempre que podamos debemos decantarnos en primer lugar por el uso de métodos de control biológico de plagas. Por ejemplo, restringir el acceso a comida y agua, no dejar comederos con alimento por las noches, eliminar todo posible lugar de anidamiento o refugio, colocar mallas que impidan el paso en ventanas, puertas, sumideros y otros accesos, o incluso recurrir a animales depredadores de insectos o pequeños roedores. El uso del soplete y la limpieza son el método más eficaz para combatir las diferentes plagas de insectos.

Para evitar toda esta legión de aspirantes a residentes del palomar, hay en principio que evitarles un hábitat perfecto. Para ello habrá que eliminar agujeros, huecos, rendijas y cuantos lugares puedan ser para ellos un perfecto cubículo o nido: cajas vacías, suciedad, sacos amontonados, papeles y cuanto les pueda suponer un posible habitáculo hay que suprimirlo. A continuación trataremos de describir los animales más perjudiciales en el palomar:

• Mamíferos:

Ratas y ratones: Los roedores sin duda serán nuestros peores enemigos. Su capacidad de adaptación es ilimitada. Ocupan igual que el hombre todos los rincones de la tierra y pueden soportar en cortos periodos temperaturas inferiores a -30º C. Por si eso fuera poco a las 6-8 semanas de vida las hembras ya son fértiles y pueden criar 8 camadas/año de 8/10 crías cada una. El metabolismo de los roedores es muy elevado por lo que requieren por cada Kg. de peso 10 veces más alimento que el hombre. Su aliado es la nocturnidad, apoyada por un perfecto oído, olfato, tacto, inteligencia y una versátil adaptabilidad al medio. Se calcula que los roedores a nivel mundial pueden destruir, contaminar o comer los alimentos que puedan consumir 200.000.000 de personas/año. Los papeles son su predilección, si les dejamos nos harán trocitos muy pequeños todos nuestros libros y archivos que tengamos en el palomar. Son muchos los métodos para tratar de exterminarlos, pero el más extendido sin duda es el cebo envenenado, ya sea de semillas o en bloques. Las trampas, los cepos, el pegamento, los ultrasonidos, gatos y perros son otros métodos también eficaces, incluso algunos colombófilos nos dan recetas para matarlos como dándoles cocacola (no me extraña), o hacer una pasta con queso y yeso. Nos aseguran que son métodos eficaces. Por su toxicidad hay que tener mucho cuidado que los venenos no estén al alcance de otros animales. Para prevenirlos debemos ofrecer resistencia a su entrada, cosa muy difícil, ya que por donde entre un lápiz común de punta, conseguirá pasar el cuerpo de un joven ratón. Y una vez que estén dentro, debemos hacer del palomar un hábitat desfavorable para ellos, evitar que se acerquen al pienso y al agua, evitar que tengan buenos lugares donde ocultarse y criar. Lo preocupante de estos invasores es la gran carga de patógenos y parásitos que transportan y transmiten, mediante saliva, orina o heces. Las ratas, pueden llegar a convertirse en depredadores de las palomas más vulnerables, pichones, individuos incubando, o palomas heridas. En las zonas rurales, es muy frecuente encontrarlos como portadores de garrapatas, que pueden pasar fácilmente a las palomas, convirtiéndose en otro vector de entrada de patógenos. Comúnmente transportan una gran carga de microorganismos saprofitos, en las cavidades nasal y faríngea, que pueden transmitir a todo aquello que entra en contacto con su saliva. Pero son la orina y las heces las formas de transmisión más preocupantes para los colombófilos. Debemos evitar al máximo el contacto entre estos y las palomas. Siempre que tengamos roedores en el palomar, es importante revisar frecuentemente que comederos y bebederos estén limpios y desinfectarlos periódicamente. Algunos de los patógenos más comunes que se transmiten por estas dos vías pueden ser: Yersinia pseudotuberculosis (su infección en palomas es rara, pero pueden padecerla), Toxoplasma gondii (muy peligrosa para embriones y recién nacidos), también Mycobacterium avium, como en el caso de las aves silvestres y, comúnmente, diferentes clases de tenias y otros parásitos intestinales.

• Insectos:

Moscas: Otra visitante habitual de los palomares son las moscas, sobre todo donde la suciedad domine el panorama. Ni que decir tiene que las moscas son unas inevitables compañeras allá donde estemos, pues al igual que las ratas están allá donde esté el hombre. En el palomar hay que evitar que desarrolle las 4 fases de su ciclo vital (huevo, larva, ninfa y adulto), y esto es inevitable en los palomares donde los excrementos húmedos crean las condiciones ideales para que la mosca inicie otro ciclo poniendo huevos en esos excrementos, por lo que erradicarlas es fácil y barato, simplemente evitando que la humedad se mezcle con los excrementos. Podemos encontrarnos con 2 clases: No picadoras, que se alimentan de secreciones de ojos, nariz y pequeñas heridas. Provocan una irritación constante. Y debido a su ciclo vital y a su anatomía, pueden actuar como vectores mecánicos de un amplio abanico de patógenos, que van desde virus hasta diferentes especies de parásitos intestinales. Picadoras, son mucho más irritantes e igualmente vectores de varias enfermedades transmisibles. Al ser hematófagas, necesitan traspasar la capa cutánea para alimentarse, pudiendo trasmitir las enfermedades vía sanguínea, además la irritación producida por la picadura podría llevar a la paloma a rascarse y contribuir a infecciones secundarias. Aparte de lo anterior, pueden llegar a causar anemia. Ambos casos pueden ser vectores de enfermedades entéricas (Salmonela spp., Escherichia coli), oculares o respiratorias (Chlamydia spp.) y parasitarias (à scaris, en aves se ha demostrado la transmisión por parte de la mosca doméstica de cestodos e incluso de coccidios, aunque no es la forma más común). Su prevención está íntimamente ligada a evitar la acumulación de heces. Y para combatirlas se recomiendan desinsectaciones periódicas.

Mosquitos: No suelen agruparse tanto como las moscas, pero en el caso de las palomas son un vector de transmisión demostrado de la Viruela. A eso se debe que la enfermedad sea más frecuente durante el verano y el otoño, épocas en las que los mosquitos son más abundantes. Un mosquito que se alimente de un ave infectada puede retener el virus infectivo en sus glándulas salivares de 2 a 8 semanas. Además estos son muy resistentes a los factores ambientales como la desecación, la luz solar y los desinfectantes químicos, llegando a sobrevivir en suelo contaminado incluso 1 o 2 años. Para su control debemos proceder como en el caso anterior. Evitando acumulaciones de agua estancada cerca de los palomares, o con mosquiteras fuera del alcance de las palomas.

Cucarachas domésticas: Las cucarachas domésticas solo tomarán posesión del palomar si les creamos las condiciones idóneas de habitabilidad. Precisan calor, lugares secos para reproducirse (unas especies), otras necesitan la humedad y el calor que proporcionan los sumideros o alcantarillado. Son animales que pueden estar largos periodos sin agua ni alimento y son cada vez más resistentes a los productos exterminadores. Por ejemplo, se sabe que pueden aguantar de 6 a 15 veces más radioactividad que el ser humano. Pueden aparecer en palomares con sumidero o conexión al alcantarillado. Son los insectos que más enfermedades transmiten, debido a su relación con la red de aguas fecales. El principal peligro de su presencia radica en la contaminación de alimentos, bien por consumo o por simple contacto con ellos. Ya sea en la cavidad bucal, el intestino o la superficie corporal, son portadoras habituales de bacterias (Estafilococos spp., Escherichia coli o Salmonela spp.), parásitos intestinales (à scaris o varias especies de tenias), protozoos (Giardia intestinalis), hongos como el Aspergillus e incluso diferentes cepas virales. En ocasiones se las relaciona con procesos de dermatitis o reacciones alérgicas. Debemos evitar su contacto con los depósitos de comida. Los profesionales se decantan por el uso de chorros de fuego para su erradicación. El producto más efectivo contra estos invasores es un gel que puesto en lugares estratégicos se lo comen con voracidad y ya muertas, sus cuerpos son a su vez comidos por sus mismas congéneres. El soplete también tiene su efectividad.

Chinches hematófagas: Pertenecen al Orden de los Hemípteros, también denominados Heterópteros, poseen un pico o trompa articulado con el que aspiran jugos vegetales o animales. Cuando pican a un vertebrado, lo hacen para alimentarse de su sangre, ocasionándole gran picor y lesiones cutáneas de diversa consideración, debidas a la inoculación de la saliva del insecto. Eran más frecuentes en épocas pasadas, pero en la actualidad están en fuerte regresión debido al uso de insecticidas. Aún hay alguna especie bastante frecuente de chinche doméstico (Cimex lectularius, o C. hemipterus). Debido a sus hábitos alimentarios, pueden constituir un vector de transmisión de patógenos o parásitos. Pero su molesta picadura, sobre todo nocturna, los convierte en un foco importante de estrés para las palomas. Su prevención es complicada, pues se refugian en cualquier grieta, resquicio o agujero del palomar, de la que solo salen en las horas de oscuridad para alimentarse. Frente al uso de insecticidas, el fuego o los depredadores son más eficaces y menos tóxicos.

Arañas: Hay muy pocas especies en la península que puedan suponer un riesgo para las palomas y menos en el caso de los humanos. De todas formas, las especies ibéricas se alimentan exclusivamente de otros insectos y solo inoculan veneno para cazar o defenderse de posibles depredadores. En todo caso más que una plaga, deberíamos verlas como una herramienta de control biológico de otros pequeños insectos como moscas, mosquitos, polillas, etc. No constituyen un vector de transmisión de patógenos para las palomas.

Hormigas: Los palomares, por norma general, son lugares frescos y secos, ideales para una colonia de hormigas. Debemos preocuparnos si estas pertenecen a alguna especie agresiva o incluso venenosa, de las cuales hay varias en la península (por ejemplo: la hormiga roja chica Myrmica rubra laevinoides, o la de cabeza roja Crematogaster scutellaris). Cuentan con una estructura defensiva férrea y atacan ante cualquier amenaza, por ejemplo una paloma demasiado curiosa. Si se introducen bajo las plumas, en muchos casos no solo muerden, también pueden lanzar o incluso inyectar ácido fórmico muy irritante en pieles sensibles como la de las palomas. No llegan a resultar mortales, pero si pueden ser un factor de estrés importante. No es muy frecuente pero, debido al trasiego humano, se han observado casos de introducción en Europa de la temible “hormiga de fuego†americana (género Solenopsis) que si podría llegar a matar a una paloma. Por otra parte, algunas especies son portadoras de parásitos como el gusano ventricular Dispharynx, que se transmite mediante la ingestión de la hormiga. Las palomas no son insectívoras, pero algunos parásitos de las hormigas las hacen adoptar colores atrayentes para las aves, pudiendo ocurrir que alguna paloma las ingiera por confusión o curiosidad. Aunque no nidifiquen en el palomar, hay especies de grandes hormigas que realizan excursiones de saqueo al palomar arrasando con todos los granos que encuentran, maíz incluido; una vez llenos sus silos desaparecen totalmente del palomar

• Reptiles:

Serpientes: Cuando nos encontramos con una serpiente dentro del palomar, es más que probable que se deba a la presencia de roedores en el mismo. No es frecuente que una serpiente ataque a una paloma, pero no olvidemos que son depredadores y en muchos casos, también de aves. En todo caso, siempre que no se trate de alguna especie venenosa (en la península contamos con 3 especies de víbora: Vipera seoanei, V. aspis y V. latasti) es probable que podamos servirnos de ellas como un factor de control de roedores aunque a medida que se hacen grandes intentarán comerse huevos y pichones. Para erradicarlas no hay un sistema eficaz, nuestra astucia y el pegamento de ratones serán las únicas herramientas a nuestro alcance.

Gecos o Salamanquesas: Pequeños lagartos, fundamentalmente nocturnos, con el cuerpo deprimido, cubierto de escamas bulbosas y discos adhesivos en los dedos que les permiten desplazarse por paredes lisas o incluso techos. Son preferentemente insectívoros y no constituyen vector alguno de transmisión de patógenos para las palomas. Por el contrario, sus hábitos nocturnos los hacen unos aliados perfectos para combatir mosquitos, chinches, mariposas de los cereales, sin constituir para nada un factor de estrés en las palomas.

• Aves:

Gorriones y otras pequeñas Granívoras: Fundamentalmente en el verano y el otoño, cuando sus poblaciones son mayores, se convierten en un gran handicap para la mayoría de colombófilos. Entran al palomar atraídos por los comederos o los bebederos, pero constituyen una vía de entrada perfecta para muchas de las enfermedades aviares que pueden sufrir las palomas. Fundamentalmente su presencia suele conducir a brotes de Paramixovirus (por eso es tan relevante la vacunación de los pichones) y Salmonella spp. Otro patógeno menos común, pero presente en este y el siguiente grupo es Mycobacterium avium; responsable de la tuberculosis aviar, que también pueden sufrir las palomas y que puede contagiarse a los humanos (zoonosis). Solo hay una forma de controlar su presencia, no permitiendo que puedan acceder al palomar. Para ello es fundamental el uso de malla fina en toda posible entrada, ventanas, buzones, puertas, incluso ciertos tipos de chimeneas de ventilación. Si hay una vía de entrada, no lo duden, van a encontrarla.

Otras Columbiformes y palomas comunes: No es frecuente que accedan al palomar en grandes volúmenes, como en el caso anterior. Pero suelen mezclarse con el bando de mensajeras, mientras entrenan o están posadas en el tejado, llegando en ocasiones a seguirlas al interior, donde se alimentan y beben. Son vectores de transmisión para toda enfermedad que puedan padecer nuestras palomas (Paramixovirus, Adenovirus, Salmonela, parásitos, etc.). Y controlar su acceso al palomar es una tarea muy complicada cuando no se esté presente. En todo caso, es fundamental minimizar su presencia dentro de las instalaciones.

Autores:
Félix Martín Vilches
David Merino Cabria
Carlos Padín Cores

http://fcolombofilagalega.spaces.live.com

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